NEURONAS ESPEJO


Las neuronas espejo son un tipo de neuronas que se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando observamos a otra persona realizar la misma acción. Estas neuronas nos permiten entender y simpatizar con las acciones de los demás. Por ejemplo, cuando vemos a alguien sonreír, nuestras neuronas espejo se activan y nos hacen sentir felicidad.




Juegan un papel importante en el aprendizaje y la socialización. Permiten que aprendamos mediante la observación y la imitación de los demás. Al activarse al ver a alguien realizar una acción, nos ayudan a comprender nuevas

habilidades, como aprender a hablar o realizar tareas cotidianas. También facilitan la empatía y la comprensión de los estados mentales de los demás, lo que promueve la conexión y la colaboración social. Además, las neuronas espejo están relacionadas con el desarrollo de habilidades sociales y la formación de vínculos emocionales.


Las neuronas espejo influyen directamente en la empatía porque, por un lado, nos permiten identificar las emociones y sentimientos de los demás al haberlos vivido y, por otro, nos hacen ponernos en la piel de los demás. Estas neuronas también explican por qué las emociones son contagiosas.

No sólo intervienen en la imitación, sino también en la compresión del comportamiento del resto de individuos. Se trata de un factor sumamente importante a la hora de valorar nuestra capacidad de empatía.

En definitiva, la relación que constituyen uno de los procesos más fascinantes de la neurociencia. Ese donde las acciones y emociones ajenas no nos pasan desapercibidas y por el que podemos ser capaces de dar una respuesta empática. Son mecanismos que tienen además un trasfondo social y su puesta en marcha tiene una gran influencia en nuestras relaciones cotidianas.

Además de los primates, posiblemente los perros, los delfines, los elefantes y otros “animales sociales” podrían tener estas neuronas espejo. Los elefantes y los primates son tan buenos candidatos como los chimpancés porque manifiestan alguna conciencia de su individualidad. También se ha descubierto que los perros, animales que conviven con el ser humano día a día, también tienen neuronas espejo, mediante estas, los perros pueden empatizar con los sentimientos y las acciones de otros perros, incluso de seres humanos, simplemente observándolos.


En el ámbito de la psicopatía se habla de la falta de empatía y remordimientos. Podemos entenderlo como una deficiencia a la hora de entender el sufrimiento y ponerse en el lugar del otro, sobre todo, como un déficit a la hora de experimentar algún tipo de relación emocional por ello.

Como conclusión, las neuronas espejo, nos permiten comprender las sensaciones, emociones y acciones de los demás, haciéndolas propias. Aunque aún queda mucho por investigar sobre las neuronas espejo, han supuesto un avance muy importante en el ámbito de la psicología.

Por Danna Pacheco, Carla Fernández y Teresa Lucas-Torres.

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