Los alumnos del IES Castilla visitan lugares históricos del Frente de Guadalajara durante la Guerra Civil



Federico Sánchez, Engracia Monge

Es triste comprobar qué cerca está la guerra de nosotros, no hay más que ver en televisión, internet, prensa, incluso en redes sociales, lo que está pasando en la guerra de Ucrania, y más de actualidad el conflicto entre Israel y Hamas en Gaza: los profesores de nuestro departamento hablamos de estos conflictos con frecuencia aunque no venga a cuento con la programación, pero con la visita del viernes te das cuenta que las privaciones, los daños y ataques continuos que soporta la población civil durante un conflicto, la falta de medios y recursos, tan insignificantes para nosotros, como agua potable, comida diaria, ropa, calefacción ahora que llega el invierno, un techo a cubierto seguro y la necesidad de supervivencia no han cambiado con respecto a nuestra Guerra Civil, de hecho la comunidad internacional, como hace casi 90 años asiste impotente y dividida a estas y otras guerras por el mundo: Sudán del Sur, Congo, Sahel,... en parte porque todas están lejos de nuestro mundo seguro y opulento.

 

1) Trijueque es el pueblo donde comenzó la visita. En la plaza mayor los guías, Alfonso y Ana, miembros de la Asociación Histórica Frente de Guadalajara, comentaron cuando estábamos en los soportales, el planteamiento y desarrollo de la batalla de Guadalajara, entre el 8 y el 23 de marzo de 1937. Constituye el último intento de tomar Madrid por parte del bando sublevado, que aún confía en obtener una victoria rápida sobre el bando gubernamental. Tras los fracasados intentos de acceder a la capital por el oeste, el frente se estabiliza entre la Casa de Campo y la ciudad universitaria, en diciembre de 1936 y la batalla del Jarama, en febrero de 1937, por el sur. El Estado Mayor del bando sublevado, presidido por el general Franco consideró posible lanzar una ofensiva a través de la carretera nacional que comunicaba Madrid con Zaragoza, contando con tropas italianas, unos 8.000 hombres, como grueso principal de dicha ofensiva para llegar a Guadalajara, después a Alcalá de Henares y finalmente tomar Madrid en pocos días. La batalla supone la internacionalización de la guerra porque en ayuda del bando gubernamental ya actúan, como en la anterior batalla de Jarama, las Brigadas Internacionales, un combinado de voluntarios de distintas nacionalidades, militarizados y adiestrados para entrar en combate. Se da la circunstancia de que en esta batalla de Guadalajara combaten por tanto incluso italianos en los dos bandos, cruzándose en el frente insultos y burlas entre ellos.

En este municipio, Trijueque, se alojaron las tropas italianas, aliadas del bando sublevado contra el gobierno republicano; en el pueblo hubo fusilamientos, sufrió bombardeos por parte del bando gubernamental y el frente quedó estabilizado, sin llegar a alcanzar Torija, siguiente municipio en dirección a Guadalajara. Los guías contaron varias anécdotas, detalles extraídos de testimonios orales, así como imágenes de los fusilamientos en la plaza mayor, del despliegue de las tropas italianas, imágenes de litografías y dibujos de soldados, testimonios de lo que allí presenciaron,... fotografías de periodistas y reporteros extranjeros que cubrieron la batalla... también visitamos el mirador, donde hay un panel informativo que explica la distribución y despliegue de las tropas de ambos bandos entre el páramo y la campiña, los observatorios y puestos de vigilancia que se instalaron en las inmediaciones.

Un súbito cambio meteorológico favoreció al bando gubernamental, con intensas lluvias y tiempo nuboso, que permitió frenar el avance rebelde y contraatacar con la aviación procedente de aeródromos de Azuqueca de Henares, Guadalajara,.. utilizando también carros de combate soviéticos, aportados por la URSS, colaborador del bando gubernamental. La falta de refuerzos impidió proseguir con la contraofensiva gubernamental y el frente quedó estabilizado a la altura de Jadraque, Argecilla, Ledanca,... tras dos semanas de combates las tropas sublevadas apenas logran ocupar una pequeña franja de terreno (ver mapa adjunto). El alto mando militar se instaló en el antiguo Palacio de la familia Mendoza (adjunto fotografías de su estado actual).

 

2) Argecilla: visitamos un búnker o estructura militar, de hecho se conservan cuatro en el municipio. El búnker, hoy soterrado e inaccesible, aún conserva una ventana para las ametralladoras y en su techumbre quedan seis disparaderos de fusiles. (ver fotografías). Argecilla es un municipio donde quedó estabilizado el frente de guerra tras el fracaso de la batalla de Guadalajara, y no se moverá hasta el final de la guerra, a finales de marzo de 1939. Como puede verse en una fotografía, fue construido con piedra y cemento, procedente de la planta de Matillas.

Tras la batalla de Guadalajara, decesiva en muchos aspectos, impide la victoria del bando sublevado, que decide dispersar sus tropas y renunciar a la toma de Madrid: irá ocupando sistemáticamente el norte (País Vasco, Santander y Asturias), avanzará sobre el Mediterráneo, dividiendo el territorio del bando gubernamental, quien realizará un último y desesperado intento por invertir el curso de la guerra en la batalla del Ebro (julio a noviembre de 1938). Tras ella los sublevados ocupan Cataluña y finalmente el bando gubernamental se desmorona a finales de marzo de 1939, favoreciendo la victoria de los sublevados y la imposición de la dictadura franquista.

 

3) La siguiente parada, a un campamento del ejército sublevado y un campo de prisioneros entre Jadraque y Villanueva de Argecilla, reflejan el día a día de los contingentes movilizados durante los siguientes meses de la guerra, pero desde dos ópticas opuestas, unos avanzan hacia la victoria y terminarán imponiendo sus planteamientos, sobre los vencidos, que además de derrotadados, acabarán en muchos casos siendo víctimas de la represión subsiguiente. Resulta desolador transitar por una pista pecuaria y encontrarse en mitad de un encinar los restos de un campamento militar: con barracones, edificios de mando, capilla, dependencias de cocina y polvorín, levantados por los prisiones con piedra y cemento. (Ver fotografías), y más sobrecogedor aún observar hoyos en el suelo que en el pasado fueron utilizados como barracones por los prisioneros del bando gubernamental apresados sobre todo al final de la guerra, entre marzo y abril de 1939. Este campo fue utilizado posiblemente para clasificar a los combatientes según su nivel de responsabilidades durante la guerra civil y redirigirlos a diferentes destinos en función de los expedientes de cada uno de ellos. (ver fotografías de los archivos comprimidos de campamento militar y campo de prisioneros).

 

4) De regreso, Alfonso nos mostró material de guerra: dos granadas, una de fabricación italiana (diablo rojo, por su color) y otra de fabricación polaca, utilizada por el bando gubernamental. También pudimos ver un "peine" para colocar la munición  en el cargador del fusil, de fabricación italiana; un proyectil soviético utilizado en la batalla de Guadalajara contra la columna del ejército italiano, estancada e inmovilizada en el barro de la carretera, blanco fácil para los Polikarpov.

Por último, tuvimos en nuestra mano una piqueta de campaña del ejército italiano, aparecida en Torija recientemente. (ver fotografía)

 

https://drive.google.com/drive/folders/19us8iSUuii1WsVN1wyd9yC47-RA-b7pq?usp=drive_link

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